domingo, 7 de marzo de 2010

PAULETTE

REMEDIOS VARO (Aurora)


Los dioses de Paulette eran sus antepasados, su padre que caminaba cada día diez kilómetros para acudir al trabajo, su abuela que perdió la cabeza, su otra abuela, gorda y feliz, que la cuidó hasta los tres años en su regazo inmenso, su tío Danai que vociferaba en los cines, su abuelo que murió atropellado por un tren y vivía aún en los labios de su madre.

Paulette rezaba a sus dioses cada día, sin palabras, les ofrecía su recuerdo emocionado, les pedía ayuda, se paraba en las esquinas donde los vio por última vez, en los lugares donde estuvo alguna vez con ellos y esperaba a sentir, como un soplo de aire helado, el paso de sus cuerpos invisibles, su presencia extraña y misteriosa.