RYAN McGINNESS (No Sin, no Future)
Toda oscuridad guarda una luz oculta. El amor esconde odios intensos, la firmeza encubre una gran fragilidad, el dolor cobija el placer por venir, que a su vez encierra un nuevo dolor.
Somos una fracción del espacio sin límites, un magma que no se destruye. Cedemos el paso a nuevas vidas, mientras nuestro espíritu viaja a lejanos soles ignotos. De allí tal vez regresemos un día cubiertos de secreciones, llorando por haber abandonado el mundo feliz de los muertos.
Dormimos aislados cada noche, en habitaciones separadas, anhelando cobijarnos con flores y raíces, cubrirnos de tierra y musgo, notar los ciempiés que recorren nuestros brazos, percibir el calor de otros seres vivos, como si todos fuéramos una parte pequeñísima de un cuerpo infinito, o como si solo el aire nos separara.
Toda oscuridad guarda una luz oculta. El amor esconde odios intensos, la firmeza encubre una gran fragilidad, el dolor cobija el placer por venir, que a su vez encierra un nuevo dolor.
Somos una fracción del espacio sin límites, un magma que no se destruye. Cedemos el paso a nuevas vidas, mientras nuestro espíritu viaja a lejanos soles ignotos. De allí tal vez regresemos un día cubiertos de secreciones, llorando por haber abandonado el mundo feliz de los muertos.
Dormimos aislados cada noche, en habitaciones separadas, anhelando cobijarnos con flores y raíces, cubrirnos de tierra y musgo, notar los ciempiés que recorren nuestros brazos, percibir el calor de otros seres vivos, como si todos fuéramos una parte pequeñísima de un cuerpo infinito, o como si solo el aire nos separara.
1 comentario:
... y esperando que el suave calor de esa luz secreta tropiece con nuestro cuerpo.
Un beso.
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