sábado, 9 de agosto de 2008

EL ESPEJO PSIQUE




El espejo psique refleja el alma de quien se observa en él. Muchos, no obstante, no quieren reconocerse cuando se ven a sí mismos. Creen que el espejo está desenfocado, que no funciona o que hay alguna trampa oculta en su mecanismo.

El espejo gira y cambia la visión de quien se contempla, descubriendo cada una de sus caras, todas sus aristas. El observador ensaya nuevas poses y posturas, prueba perfiles diferentes, incluso cierra los ojos, pero no puede huir de la oscura realidad que su imagen transmite.

Hay quien se da la vuelta maldiciendo y amenaza con romper ese cristal insolente, pero hay también quien se queda pensativo, reconociéndose a sí mismo o quien se ríe a carcajadas de ese ser que cree que es otro. Hay por fin quien no oculta ni disimula nada y al mirarse en el espejo recibe la imagen exacta de lo que creía ser.

Nuestro interior va más allá de nosotros. La belleza del alma es mucho más que nuestra imagen fugaz en un espejo, pero el cuerpo es también un reflejo transparente de lo que somos. Con el paso del tiempo, sin embargo, cuerpo y alma se transforman en dos contendientes que se maldicen continuamente y que, a su pesar, no pueden vivir sin el otro.